“Para seguir el camino del zen, para practicar en calma y reservadamente, sólo se necesitan una cojín, buena voluntad y algunos buenos amigos.” (1)
Bien, es fácil. ¿Cómo podemos hacer tan complicado algo que es esencialmente tan simple?
Por supuesto, las formas, los rituales, las ceremonias, el cuidado de los gestos tienen un valor. Centrar nuestro espíritu/cuerpo en cada una de estas cosas: formas, rituales, ceremonias, gestos es una excelente práctica. Práctica que nos ayuda a comprender que zen es sinónimo de vida y que este camino engloba todas y cada una de las situaciones en las que nos movemos durante las venticuatro horas de nuestra vida.
Pero ninguna de esas cosas tiene valor por si misma. Son, simplemente medios hábiles que podemos cambiar, eliminar, alterar, sin que nada esencial sea tocado.
Durante estos próximos tres días y medio de práctica todas esas cosas han sido completamente suprimidas. Así que no tendremos nada con lo que entretenernos, sólo zazen, gasho y sampai, repetidos una y otra vez, entre un silencio absoluto y rodeados de algunos buenos amigos.
Os deseo una buena práctica.
(1) Los Mandarines Mauricio Yushin Marassi