El Zen se ha transmitido a lo largo de los siglos, pasando de país en país y de cultura en cultura preservando y protegiendo siempre lo esencial. A la misma vez ha sido capaz de adaptarse a los lugares y a los tiempos. Las ceremonias se han protegido y mantenido, aunque con toda seguridad han ido cambiado en su forma y cambiarán de nuevo en el futuro.
Los que nos acercamos a la práctica del zen desde una cultura cristiana, mantenemos unas importantes reticencias en relación con las ceremonias. Sin embargo, Maestro Deshimaru dijo: “las ceremonias tienen una profunda influencia sobre la conciencia. La forma del rito no es importante pero a través de él puedo educar profundamente el espíritu interior de mis discípulos”
La concentración en los gestos, la concentración en la espiración durante la recitación de los sutras, la concentración en el sonido del canto de los que nos acompañan en la ceremonia; Raphael dice a menudo: ” no hay que escuchar la propia voz sino la de los demás, la grande, profunda y firme voz de la shanga”. Todo esto permite que nuestra consciencia cambie al tiempo que armoniza profundamente a la shanga.
Las ceremonias no son un apéndice de zazen forman parte importante de nuestra práctica.
En nuestro dojo las ceremonias son simples. En la mañana, al final de zazen recitamos tres veces el Sutra del Kesa y a continuación el Hannya Shingyo y los Patriarcas.
Por la tarde los cuatro votos del Bodhissatva se recitan tres veces.
Por la mañana y por la tarde nuestras ceremonias comienzan y terminan realizando sampai juntos.
Practicar esto juntos nos permitirá avanzar juntos en la vía.
Takkesa Ge
Sutra del kesa
Dai sai geda puku
Muso fukuden e
Hi bu nyorai kyo
Kodo sho shu jo
Vestidura de la Gran Liberación
Kesa del campo de la felicidad ilimitada
Recibo con fe la enseñanza del Buda
Para ayudar ampliamente a todos los seres sensibles
Maka Hannya Haramita Shingyo
Esencia del Sutra de la Gran Sabiduría que permite ir más allá
Kan ji zai bo satsu. Gyo jin han-nya ha ra mi ta ji. Sho ken go on kai ku. Do is-sai ku yaku. Sha ri shi. Shiki fu i ku. Ku fu i shiki. Shiki soku ze ku. Ku soku ze shiki. Ju so gyo shiki. Yaku bu nyo ze. Shari shi. Ze sho ho ku so. Fu sho fu metsu. Fu ku fu jo. Fu zo fu gen. Ze ko ku chu. Mu shiki mu ju so gyo shiki. Mu gen ni bi ze-shin ni. Mu shiki sho ko mi soku ho. Mu gen kai nai shi mu i shiki kai. Mu mu myo yaku mu mu myo jin. Nai shi mu ro shi. Yaku mu ro shi jin. Mu ku shu metsu do. Mu chi yaku mu toku. I mu sho toku ko. Bodai sat-ta. E han nya ha ra mi ta ko. Shin mu kei ge mu ke ge ko. Mu u ku fu. On ri is-sai ten do mu so.Ku gyo ne han. San ze sho butsu. E han-nya ha ra mi ta ko. Toku a noku ta ra san myaku san bo dai. Ko chi han-nya ha ra mi ta. Ze dai jin shu. Ze dai myo shu. Ze mu jo shu. Ze mu to do shu. No jo is-sai ku. Shin jitsu fu ko. Ko setsu han-nya ha ra mi ta shu. Soku setsu shu watsu.
Gya tei gya tei
hara gya tei.
Hara so gya tei
bo ji so wa ka.
Han-nya shin gyo.
Maka Hannya Haramita Shingyo
Esencia del Sutra de la Gran Sabiduría que permite ir más allá
El bodhisattva de la Gran Compasión, Avalokiteshvara, por su profunda práctica de la Gran Sabiduría, ve que los cinco agregados son sólo vacuidad (ku) y por medio de esa comprensión alivia todos los sufrimientos.
Shariputra, las formas (shiki) no son distintas del vacío (ku) y el vacío no es diferente de las formas.
Shiki en sí mismo es ku, ku en sí mismo es shiki. Así ocurre también con la sensación, la percepción, las formaciones mentales y la conciencia.
Shariputra, todas las existencias tienen el aspecto de ku. Existen sin nacimiento ni extinción, no son ni puras ni impuras, ni aumentan ni disminuyen.
Así que en ku no hay ni forma ni sensación, ni percepción ni formaciones mentales ni conciencia; ni ojo ni oreja, ni nariz ni lengua, ni cuerpo ni conciencia. No hay ni color ni sonido, ni olor ni gusto, ni tacto ni pensamiento.
Así que en ku no hay dominio de los sentidos. No hay ni ignorancia ni cese de la ignorancia, ni ilusión ni cese de la ilusión. No hay degeneración ni muerte, ni cese de la degeneración y de la muerte. No hay ni sufrimiento, ni causa ni cese ni sendero. No hay sabiduría ni obtención ni no-obtención.
Para el bodhisattva, gracias a la Gran Sabiduría que conduce más allá, el espíritu sin obstáculo no conoce el miedo y toda ilusión, todo apego se aleja. Puede llegar al último fin, al nirvana.
Todos los budas del pasado, del presente y del futuro practican la Gran Sabiduría y así alcanzan el más perfecto despertar.
Por eso debemos comprender que el Hannya Shingyo es el gran mantra brillante y luminoso. El más elevado e incomparable de todos los mantras.
Su fuerza corta todo sufrimiento. Es el verdadero mantra. Por él se puede alcanzar la esencia de toda verdad:
Ir, ir, ir juntos más allá del otro lado, hasta la total realización de la Vía.
Jin ho san shi
A todos los budas
Ji ho san shi i shi fu
Shi son bu sa mo ko sa
Mo ko ho jya ho ro mi
A todos los budas pasados, presentes y futuros de las diez direcciones.
A todos los bodhisattvas y los patriarcas.
El sutra de la gran Sabiduría que permite ir más allá.
Shigu seigan mon
Los cuatro votos bodhisattva
Shu jo muhen sei gan do
Bon-no mujin sei gan dan
Ho mon muryo sei gan gaku
Butsu do mujo sei gan jo
Por numerosos que sean los seres sensibles, hago voto de liberarlos a todos.
Por numerosas que sean las ilusiones, hago voto de vencerlas todas.
Por numerosos que sean los Dharmas, hago voto de obtenerlos todos.
Por perfecta que sea la Vía del Buda, hago voto de hacerla realidad.